Sí, tú, el que está leyendo ésto. Atento, porque no te lo voy a repetir dos veces.
Todo tiene un principio.. y por lo tanto, también tiene un final. JAMÁS se te olvide esta oración. No importa lo que pase; todo acaba. TODO. Y nunca lo dudes. Porque entonces.. ¿Para qué existiría yo?
Sé que es duro de aceptar. Pero si las cosas no tuvieran fin.. no sabrías apreciarlas como se merecen. Ni aprovecharlas.
Por eso, aquí estoy para recordártelo. Para recordarte que disfrutes del presente, y que no pienses en el momento en el que yo vuelva a aparecerme por segunda vez ante ti. Porque sé que la primera vez te agrada recibirme.. y que la segunda y última vez que lo hago, me odias más que a nadie.
Pero.. ya lo sabes. Yo no solamente creo felicidad en las personas. Y no te quedará más remedio que vivir sabiendo que yo estoy a tu lado.
Para hacerte sonreír de felicidad.. o llorar de tristeza.
Atentamente,
Jano.
(No me convencerás).