domingo, 21 de agosto de 2011

Ella decide.

Tiene un trabajo difícil, y ella lo sabe. Porque, ¿quién podría ser capaz de decidir la hora y la forma de la muerte de una persona sin titubear?
Pero es que ella no tiene sentimientos. Además, no se le permite tenerlos. Y, aunque sea injusto, no le importa. Porque si no se le permite enamorarse de mortales... da igual. Para ella son solo eso: simples mortales. Y por eso, no siente ningún tipo de disgusto por su trabajo. Al revés, le encanta.
Poder elegir la forma en la que morían. Y sin contar con ese placer que le producía cortar esos hilos tan hermosos que tejía su hermana Clotos.
Oh sí, realmente sentía satisfacción por su trabajo. Algunas veces le había resultado ligeramente difícil llevarlo a cabo, pero aún así lo había hecho con todo el gusto del mundo.
Y es que ella no alberga sentimientos por los mortales. Por eso, no se da cuenta del sufrimiento que les causa.
Porque Átropos no sólo se encarga de enviarle a Hades más almas para su reino.. sino también produce en los vivos el deseo de hacer una visita perpetua al inframundo.

(Su hilo todavía no estaba preparado.. ¿Por qué lo cortaste?) 

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